Intentamos dibujar este blog con pensamientos, vivencias, deseos, sentimientos, alegrías, y otras ocurrencias que surgen de nuestra imaginación como mariposas blancas, que luego se elevan dispersas y se van, pero volviendo siempre a destino, siempre al mismo lugar... un día cualquiera Verde y Violeta nos encontramos inventando un itinerario de viaje que queremos emprender y aprender, con sus idas y vueltas como todo viaje. Hubo que preparar un equipaje liviano, sin complejos pesados, sin mandamientos emitidos por tv que nos indiquen cuan perfectos debemos ser. Aunque el camino de la vía está lleno de piedras, Verde supo apartarlas (pateándolas) para q la silla de ruedas pudiera pasar igual, como dejando atrás los prejuicios con respecto a la discapacidad, la diversidad (en todo sus sentidos), la sexualidad, y el pelo de colores… Cada vida es un universo de posibilidades infinito, ese es nuestro mensaje.

sábado, 15 de noviembre de 2014

"Hasta los paralíticos van a la playa!! 
Y nadie dice nada...!" Expresó Susana Giménez, una mediática idolatrada en latinoamérica, y lamentablemente ciudadana argentina.

Y si, en las soleadas playas del mundo
hoy en día las ruedas de las sillas se pasean,
van surcando la arena...
Invadiendo el territorio predestinado a cuerpos esbeltos
sacrificados del tiempo,
cuyos mandamientos postergan al resto de la humanidad invisible.
Sin embargo, los piecitos chuecos cuelgan de los apoyapies, peleando contra la gravedad de la Tierra
para pisar descalzos, resueltos, el suelo eterno.
Y miradas, atentas, curiosas, vergonzosas, despreciantes, compasivas, empáticas, apáticas...
Se suceden en las horas del día.
Dirigidas exclusivamente a aquellos otros,
a los distintos, que andan despojados de complejos,
con el único cometido de vivir, 
desafiando, tal vez sin querer, los mandatos establecidos.
Demostrando que no existe "el pese a..."
Sino que es impuesto
por figuras arcaicas del pasado más remoto.
Estereotipos que usted misma se encarga de remontar 
desde el fondo de la historia, señora Susana.
Prejuicios que se erigen latentes
como los dinosaurios vivos, 
que una vez creyó existentes.
Prejuicios que buscan disfrazarse de eufemismos
rebuscados y enfermizos.
Y aquí estamos nosotros en las playas
de cara al viento.
Extravagantes, desvergonzados, distraídos.
Con la determinante convicción de que el peor parálisis 
que se pasea por las playas...
Es el de los atributos paralizantes que cree usted ver
en nosotros, los invasores de mares ajenos.




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