Cuento un recuerdo:

Cuando yo era chiquita me tomaban fuertes pulmonías, y siempre me tenían que internar, y siempre estaban esperando lo peor. Pero una de las pulmonías fue realmente fuerte, y me sentía tan mal que deje de comer. Los doctores dijeron que me había dado una depresión infantil, y me estaba dejando morir, como si me estuviera suicidando.de a poco (¡Que loco me estaba suicidando y yo no soy una persona suicida de grande!, ¡Porque pienso que siempre hay tiempo para morir!).
En esa ocasión, a mi viejo le quedo una alternativa: inventar el cumpleaños de una muñeca  “Barbie” que no existía, en ese momento las Barbies eran muy caras y no me la podían comprar, entonces papa fue y compro un camisón para la Babie, era celeste y con puntillas, y yo lo tenía que guardar como regalo de cumple para una futura muñeca. Entonces me llevaron golosinas y tortas a la clínica, y ahí comí!, y me levante… En el cumpleaños de mi muñeca inexistente...